Lunes sin carne
- Alecia
- 18 nov
- 2 Min. de lectura
Calabaza Butternut Hasselback
Tiempo = 40-50 min | Rendimiento = 4-6 porciones | Chef Pakki Reath

Si buscas un plato reconfortante y acogedor con un toque especial, esta calabaza Hasselback es una excelente opción. Es una receta que luce impresionante en la mesa, pero es sorprendentemente sencilla de preparar: perfecta para compartir con la familia, los amigos o cualquier persona que necesite un poco de calidez en su plato. El glaseado dulce, el calor suave y las tiernas capas se combinan para crear un plato que se siente casero y hecho con cariño.
Receta
1 calabaza butternut mediana
2 cucharadas de miel o jarabe de arce
1 cucharada de jugo de limón
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de hojuelas de chile
½ cucharadita de ajo en polvo
½ cucharadita de sal
½ cucharadita de pimienta
1 cucharada de cebollino picado
Instrucciones
1. Precalentar el horno a 400 °F.
2. Recorta los extremos del calabacín y córtalo por la mitad a lo largo. Con una cuchara, retira las semillas y con un pelador, quita la piel. Para preparar el calabacín, colócalo con la parte cortada hacia abajo sobre una tabla de cortar y pon un palillo chino a cada lado. Estos servirán de topes para evitar cortarlo por completo. Ve cortando el calabacín de arriba abajo, haciendo rodajas finas separadas por unos 3 mm. Este paso lleva tiempo, pero el resultado es impresionante.
3. Mezcla la miel, el zumo de limón, el aceite de oliva, las hojuelas de chile, el ajo en polvo, la sal y la pimienta. Unta suavemente la mezcla sobre la calabaza, con cuidado de no romper las rodajas. Coloca las rodajas con la parte cortada hacia abajo sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y ásalas durante 40-50 minutos o hasta que estén tiernas al pincharlas con un tenedor.
4. Para servir, con cuidado, transfiera la calabaza de la bandeja de horno a una fuente utilizando una espátula. Rocíe con un poco más de aceite de oliva y cebollino picado.
Al salir del horno, esta calabaza se abre en suaves y doradas rodajas que son un verdadero placer servir. Un chorrito de aceite de oliva y una pizca de cebollino le dan el toque perfecto. Ya sea para una reunión o para una noche tranquila en casa, es el tipo de receta que hace que la gente se sienta querida. Espero que les brinde tanta calidez como a mí. ¡Que la disfruten!

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